La terapia craneosacral aplicada en bebés y niño-as sólo se diferencia de la de adulto-as en la fuerza aplicada en las técnicas manuales. Es necesaria mucha menos presión para entrar en contacto con los tejidos y éstos responden antes y más fácilmente ya que sus cuerpos no están tan estructurados, son más flexibles y no han sufrido tantos años.
La Terapia Cráneo-Sacral, le alivia los traumas del parto, tanto físicos como emocionales:
– Reajusta todo su cuerpo, lo que le proporciona un mayor bienestar.
– Beneficia su sistema inmunológico lo que le reduce el riesgo de contraer infecciones. Al actuar sobre todos los sistemas líquidos del cuerpo, le limpia de residuos tóxicos derivados de medicaciones, anestesias u otros productos que le hubiera podido transmitir la madre.
– Corregir las posibles restricciones que le ha ocasionado el nacer, siendo la más importante, la compresión de la base del cráneo, que le origina todos los trastornos derivados de una compresión del Vago (X par craneal): cólico del lactante, desadaptación, llanto súbito, regurgitaciones, diarreas, distréss respiratorio, hiperactividad e hipoactividad, etc.
– Le ayuda a adaptarse a su familia y a su medio